ENTREVISTA CON… ÁLEX MARTÍNEZ

En Lunas Pasajeras hemos tenido el orgullo de poder entrevistar a Álex Martínez, uno de los jóvenes más prometedores de nuestra actual industria.
Un día comenzó su andadura con Laberint de Passions y desde entonces no ha dejado de encadenar papeles llenos de sentimiento y con una buena historia, papeles que han ido formando parte de nuestra vida y que han dejado en nosotros algo especial.
Quién no recuerda una de nuestras series insignas, Bandolera, al imponente Boabdil de Isabel o bien al tierno Salva de la exitosa Física o Química entre otros papeles que ha ido realizando Álex en todo este tiempo.
En esta ocasión hemos repasado junto a él los mejores momentos de su carrera y también alguno de los más complicados, entre otros recuerdos y instantes de su vida. Si queréis compartir esta aventura con nosotros, esta es vuestra entrevista.
-Comencemos por el pasado… ¿Qué fue lo que se movió en tu interior o te hizo impulsarte para dedicarte al mundo de la interpretación?
Yo estaba en una escuela de teatro municipal en Mallorca, y aunque en su día quería ser piloto, empecé con unos cursos y empecé a interesarme por este mundo, luego ya vino mi primer pequeño papel en una serie y decidí venirme a Madrid.
-Tuvo que ser una decisión complicada…
Es que es dejar atrás a tu familia, a tus amigos y todo, pero es un paso importante, además de que ayuda bastante para madurar porque vives solo, es algo diferente.
-Y es muy valiente también lanzarse a luchar por tu sueño.
De momento se está cumpliendo y uno se siente orgulloso de decir que he podido llegar hasta aquí…
-En estos tiempos además, decir que te dedicas a lo que te gusta no es lo más común.
Además eso, tener trabajo en estos tiempos es complicado pero encima de lo que te gusta, es ser afortunado.
-Un regalo para la vida…
De momento ahí seguimos, es una carrera de fondo y espero que siga así muchos años
-Empezaste con Laberint de Passions…
Sí, ahí empecé, tenía quince años pero fue una cosa muy pequeñita, unas cuantas secuencias pero fue el primer contacto mío con la televisión, al principio te impone pero luego empiezas a cogerle el gustillo y te impulsa a seguir hacia adelante. Es muy bonito, es una sensación que tienes de manera distinta, porque fue la primera vez y el primer contacto, corta pero bonita, y ahora ya sabes más o menos a lo que vas…
-Tienes que haber notado también mucha evolución desde aquellos tiempos…
Muchísima, me acuerdo que cuando iba a grabar estaba nerviosísimo, temblando, no dominaba la situación… Luego empiezas a calmarte y a dominar la situación, porque no puedes actuar tenso.
-Y a disfrutar también de la profesión.
Empiezas a disfrutar y es totalmente diferente y supongo que con el tiempo aprenderé más. Siempre es bueno tener un poco de tensión, pero que no te domine, porque si no no puedes hacer nada y eres un títere. Hay que saber controlar tu cuerpo.
-Una muestra de ilusión que hay que moderar, vamos…
Sí, porque si no es imposible. Fue muy divertido, recuerdo una secuencia donde teníamos que tirar a un chico a la basura, y es de las pocas que recuerdo.
-Luego han pasado ya muchos años y la industria también ha cambiado mucho.
Ahora las cosas en general para todos están mal y esta en específico está muy tocada, pero se siguen haciendo películas y series de mucha calidad, hay que seguir apostando por la industria y a ver si con el tiempo empieza a mejorar. Hay cosas que estaban ahí guardadas y han salido y es un puntazo.
-Como el último proyecto en el que estuviste, Isabel, que es una de las mejores series que tenemos ahora…
Sí, ha sido un lujo poder estar ahí, ha sido muy bonito y es una de las etapas que más voy a recordar, estar en La Alhambra y recordar esa etapa de la historia fue muy interesante y toda una gozada.
-Leí en una entrevista tuya que ha sido de los sitios más interesantes donde has rodado.
Sí, allí estuvimos dos veces grabando, la segunda además pude estar en el patio de los leones completamente solo y tener todo eso solo para ti es una gozada y más caracterizado de Boabdil es una sensación muy bonita, hubo que grabar muy rápido pero me siento muy orgulloso.
-Ya solo por la caracterización es algo especial…
Llevar otras ropas, un turbante, me ponían más moreno con el maquillaje… Me sentía un poco extraño pero al final descubrías su punto, y te ayuda mucho a familiarizarte con el personaje, sigues siendo tú pero te ayuda a crear el personaje, te alejas más de ti y puedes buscar en otras cosas. Era complicado grabar con según que ropa a veces, recuerdo ir en el caballo con diez capas, la espada, el turbante, el escudo… era laborioso pero te ayuda y verlo queda muy bonito.
También me ponía a jugar y hacer el tonto, no son cosas que tengas por casa y cuando las tienes y tus compañeros están igual estás como de cachondeo, y estar de buen humor con tus compañeros y trabajando en lo que te gusta y jugando con emociones… y la mejor forma de que eso fluya es con el humor, es indispensable, a veces tocas temas delicados y según en que situación es delicado y si hay buen ambiente y risas estás mucho más cómodo tú y todos.
Montar a caballo es una pasada, empecé con Bandolera que son los que me enseñaron y seguí con Isabel, es muy divertido ir a caballo, antes no sabía y ahora me encanta. Son pequeñas cosas, cada personaje te aporta un poco, de aprender algo o sentimental, todos te aportan.

-Al final van formando parte de ti cada uno de tus personajes…
Te acabas descubriendo mejor y facetas tuyas que no sabías que tenías, exploras más para llegar a un personaje y luego descubres que lo tienes tú, te expandes y eso también es lo bonito de esta profesión, te enriqueces mucho.
-¿Prefieres personajes cercanos a ti o alejados?
Lo que me gusta es ser versátil y hacer todo tipo de personajes, habrá algunos que se parezcan más y otros menos, cada personaje es un reto y es más sencillo de trabajar los que se parecen a ti que los que no, pero va depende de lo que haya y el guión que se tenga, tienes que entender a todos y no puedes juzgarlos porque tienes que interpretarlos, estés o no de acuerdo con lo que representan y hacen, y para ponerse en su piel tienes que entrar en blanco, no hacer críticas y buscar los porqués, porque las personas siempre hacen las cosas por algo y tienes que buscarlo. Te ayuda también a conocer a la gente más y a ti mismo, a comprender a los demás, y aunque sigues sin entender muchas cosas hallas muchas respuestas. De momento me queda mucho por descubrir, el futuro es una incertidumbre.
-¿Ha habido algún personaje más complicado de entender?
Entender entender no, pero Boabdil quizás es el más alejado porque es otra época, otra situación… meterte en ese papel te hace buscar e indagar mucho más, y además era una persona real que ya había existido, y hasta entonces no me había pasado porque normalmente te dan el guión y te dicen cuatro cosas y ya tú mismo puedes hacer la historia pero con Boabdil tenía que seguir una línea, y puede que si que sea el más difícil de interpretar.
-Tener que conocer su historia…
Y defenderla, siempre se le ha visto como el más débil y de alguna manera no es que tengas que salvar su reputación pero sí hacer entender a la gente porque pasó lo que pasó.
-¿Tuviste que hacerte muchas preguntas antes?
No creas, tampoco fue de interiorizar muchas cosas, creo que con que te pongas a pensarlo un poco ves que era una situación muy complicada y luego ves los antecedentes, y la situación que se quiere contar es muy concreta.
-El entorno y las condiciones favorecían.
La verdad que sí, es lo que decíamos antes, que haya una buena situación y estés cómodo trabajando, pero como en cualquier trabajo…
-¿Habría alguna otra época que te gustaría tocar en tus próximos papeles?
Sí, el presente (risas). Últimamente todo es pasado: Bandolera, Isabel… Si que es verdad que me apetece hacer algo actual, no tengo ningún problema en hacer cosas de época y si es con caballos mucho mejor, pero me gustaría cambiar de registro.
-También lo tocaste al principio…
Parece que fue antes ir al presente y ahora volver al pasado, es algo extraño.
-Física o Química fue de los papeles más importantes para ti, y además ahí tocabas un tema muy complicado como el acoso escolar.
Sí, la verdad que me han tocado siempre papeles muy interesantes, primero era más abuso y acoso pero luego en la otra temporada se fue yendo… El abuso por ser un poco más distinto o tímido o las dificultades que puedes tener…. Fue muy intenso interpretar a Salva.
Me gusta que todos los personajes avancen, al principio era muy parado y tímido, el abuso y hacerse pasar por gay… todo muy enrevesado y luego al final se lanza con Yoli, al principio estaba muy cohibido y luego se dio cuenta que no sirve de nada ser así y se abrió y fue de otra manera.
Fue otro personaje interesante y le tengo mucho cariño porque de alguna manera me sacó del anonimato y empecé a trabajar en lo que me gustaba.
-Viviste todo tipo de escenas…
Sí, me tiraban huevos a la cabeza, tenía cómics y me los mojaban en el baño… me hicieron un par de putadas como Salva, pero fue muy divertido, te ayuda a la situación el momento del personaje pero estás bromeando todo el rato. Lo de los huevos fue muy asqueroso pero cuando dicen corten ya te estás tirando huevos por todo el pasillo con tus compañeros.
Fue muy entrañable Salva.
-¿Fue complicado el éxito mediático?
Sí, a día de hoy todavía la gente me sigue recordando por Salva, luego ya ha evolucionado con las otras series, y eso que la serie estaba ya en sus últimas pero recuerdo que la veía todo el mundo, todos los chavales la veían o al menos sabían quien eras. Me dio bastante fama y fue una etapa de mucho shock pero es asimilarlo, ir llevándolo y aceptándolo con el tiempo, ahora te ríes y no le das ya tanta importancia, es cosa del día a día, y va por etapas. Al acabar con Física o Química fue muy fuerte, con Bandolera subió y bajó, con Isabel ha vuelto a subir…
-Habrá sido muy bonito también toda la gente que hayas conocido.
E ir a muchos sitios, como al Festival de Vitoria con Isabel, el Festival de Málaga… Te da muchas cosas bonitas esta profesión. Fuera de la profesión tiene muchas cosas y dentro dedicarte a lo que te gusta. Gente a la que admirabas de pequeño y acabas trabajando con ellos… cuando hace seis años lo estabas viendo y ahora es tu familiar, te crea un vínculo fantástico, es gente que se dedica también a lo que te gusta… Yo siempre digo que cuando trabajo soy como una esponjita y siempre he trabajado con gente muy buena y con muchas tablas que te enseña muchas cosas del oficio, a saber estar en el set…
-¿Alguien en mente para trabajar en el futuro?
Alomejor hay alguien que me encantaría y luego me sorprende y no es como creía… En todos los trabajos que hago siempre hay gente con la que pienso que menos mal que he dado con ella, y siempre saco a buenos amigos de los trabajos, no sabría decirte a alguien en concreto ahora mismo, pero ahora he tenido mucha suerte.
-A veces luego de la admiración viene la decepción… ¿Y si hubieras tenido que formar parte de alguna serie o película mítica?
Me hubiese encantado con películas como Pearl Harbor, Titanic en el papel de DiCaprio, en Una Mente Maravillosa en el papel de Russell Crowe, y series aquí en España como Los Serrano… Hay muchísimos títulos.
-¿Pudiste identificarte con Salva?
En algunos momentos sí, en otros era más bien ido al extremo, había muchas cosas de drama y de comedia, y tienes que intentar jugar a la comedia, tenía a veces retos o hechos en los que cualquiera nos hubiésemos identificado, situaciones que podrían haberte pasado en el instituto que habrías reaccionado de una forma u otra, pero si no quizás lo hubieses vivido.
-También pasaste al terror con Aula de Castigo…
Era una web serie que grabamos jóvenes, en dos o tres semanas como doce horas al día, donde conocí a Víctor Elías y a bastante gente y intentamos sacar en todas esas horas el mayor partido, pero donde no cobraba nadie, y podría haber estado en Mallorca tranquilo en la playa.
-¿El terror es un género que te atrae?
Sí que me gustaría hacerlo, desde siempre me ha gustado y no es que me de mucho miedo pero sí que me tiene en suspense, y hacer una cosa bien hecha con medios sí que me encantaría.
-¿Mejor víctima o asesino?
Haría muy bien de víctima pero me encantaría interpretar al asesino, hacer un Scream por ejemplo y ser el malo. Siempre me está tocando hacer de bueno y eso que en mis inicios era más bien el malo y el chuleta, pero luego he pasado al bueno y al dulzón, pero me encantaría hacer al típico malo porque disfrutas y puedes jugarlo desde otra manera y otro punto de vista y eso si que se aleja más de ti y de lo que puedes ser tú y muchas veces lo disfrutas más.
-Si tuvieras que escoger algún recuerdo o instante de estos años, ¿Podrías?
Destacaría uno de cada trabajo: De la primera serie que hice el primer o segundo día, que recuerdo que estaba mi madre por allí y por aquel entonces en Mallorca no había un coche de producción que fuese a por ti y recuerdo como el primer día iba con mi madre y cuando llegué y ví el plató no podía ni decir una frase, estaba impresionado con las cámaras, el micro, el maquillaje… Era todo muy emocionante y divertido.
De Bandolera me quedo con toda la gente, con mis amigos, con hacer de guardia civíl y estar con el caballo y la escopeta…
De Física o Química había varios momentos muy divertidos, eramos todos más o menos de la misma edad y había muchas risas, me quedo cuando grabábamos en los exteriores y todo el mundo te miraba como si fuese una obra de teatro.
Y de Isabel me quedo con La Alhambra, es lo más bonito de todo.

-¿Algún paisaje más que te encantaría visitar para rodar?
Me encantaría la nieve, mira que odio el frío pero que quedaría precioso, sería un momento memorable los planos que podrían sacarse.
-Para un rodaje de terror estaría bien…
La típica cabaña con chicos jóvenes que corren y asesinatos…
-¿Podrías decirme alguno de los inconvenientes y alguno de los placeres de esta profesión?
Uno de los mayores placeres es cuando estás grabando y te olvidas del mundo y sabes que en ese momento eres un personaje distinto a ti, actuando y siendo acorde a algo que no se asemeja a ti, esa atmósfera que sientes que todo va rodado y es orgánico y que puede ser uno o dos minutos, pero no siempre se consigue, siempre lo intentas pero una vez que lo consigues y es algo que se nota y se ve en pantalla, es maravilloso y ves que has conseguido tu objetivo: dar vida y que se vea a través de ti.
Y una de las peores es cuando estás grabando y te bloqueas o no te sale ningún tipo de emoción como cuando alomejor tienes veinte minutos para grabar una escena, tienes que grabar ya y no te sale y te están metiendo prisa y esa tensión e impotencia de que eres consciente de que no está saliendo bien. A veces tienes más que resolver que hacer lo que tú crees que deberías hacer, hay muchos factores.
-¿Y de tus aficiones que podrías contar?
Me encanta la música, jugar al tenis que he jugado toda la vida aunque hace un tiempo que no juego, al padel, al fútbol… los deportes me encantan, también viajar y me encantaría hacerlo más y conocer sitios distintos a mi entorno, estar con mis amigos… Desde estar viendo una película en mi casa con frío y lluvia hasta estar con mis amigos desde fiesta en Turín, da igual el sitio. Hay muchas.

-¿Algún desafío y retos pendientes?
Me gustaría llegar a algún día que pueda trabajar fuera de España y el otro es darme cuenta de que he envejecido y he hecho lo que me ha gustado y tener prestigio y ser respetado en esta profesión, este es mi sueño más lejano, poder decir que estoy a gusto con toda mi carrera,
Hacer un personaje distinto a mí completamente en una película, porque puedes desarrollarlo mejor al saber como empieza y acaba.
-¿Para nuestro próximo encuentro como te gustaría comenzar esta entrevista?
Ojalá pudiera ser qué tal la película que estás grabando y si no el trabajo actual que esté haciendo.

Esther Esteban, Madrid