DIRECCIÓN
Andrés Dwyer
TEXTOS
El momento en el que te das cuenta de que vas a caer – Fran Secunza
Un tipo afortunado – Pablo Vara
Siempre nos quedará París – José Padilla
INTÉRPRETES
Juan Blanco
Joe Manjón
Sara Martínez
DISEÑO GRÁFICO
Juanjo Verga
PRODUCCIÓN
Paraninfo 58
Sinopsis
Dos jóvenes juegan y pasan el tiempo en su escondite, sabiendo que tarde o temprano llegará su hora. Dos desconocidos comparten una botella de whisky y una conversación un tanto incómoda. Un hombre y una mujer se conocen en lo alto de una Torre Eiffel en ruinas, a la que ambos han subido con la intención de terminar con su vida saltando al vacío.
Tres historias distintas, de tres autores diferentes, en torno a una misma idea: ¿qué pasa con el amor si se acaba el mundo tal y como lo conocemos? ¿Hay lugar para él después de que algo o alguien asole la Tierra? Un espectáculo ágil, que busca la comedia en medio del caos, basado en la firme creencia de que mientras haya vida hay esperanza y que, mientras queden un par de personas vivas en este planeta, no habrá apocalipsis lo bastante grande como para acabar con la necesidad del ser humano de querer y ser querido.
Crítica
Paraninfo 58 presenta esta exitosa historia con textos de José Padilla, Pablo Vara y Fran Secunza bajo la dirección de Andrés Dwyer y la interpretación de Juan Blanco, Sara Martínez y Joe Manjón.
Tres historias muy distintas con el fin del mundo como tema pero con mucho más allá de lo que podamos imaginar: se trata el tema de la importancia del amor, si tan solo el amor es sexo o va más allá, de la supervivencia, de la vida, la amistad… temas con un toque melancólico pero contados con mucho humor y con unas interpretaciones verdaderas que conectan muy bien con los espectadores. Los tres actores tienen química, resultan creíbles y además son muy carismáticos, de lo mejor de nuestra generación actual.
El espacio que ofrece la nave73 regala comodidad para los espectadores y en esta obra en concreto para la escenografía da mucho juego y podremos ver que la sencillez, la creatividad y la pasión dan paso a una gran obra sin necesitar grandes medios, además de que con sus juegos de luz y en el propio escenario, podréis sentiros en numerosos lugares e incluso hasta el la torre Eiffel.
No dudéis en acudir a ver la función para descubrir estas y muchas más sorpresas, entre ellas sentir la mejor sensación del mundo.
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